La evangelización de la Nueva España, se llevó a cabo en espacios abiertos, tanto por la benignidad de clima como por la importancia que los espacios al aire libre tenían para nuestros antepasados indígenas como lugar de culto y de reunión.
Los atrios no eran solo el “vestíbulo” del templo cristiano, eran el templo mismo, lo que explica la existencia de las capillas abiertas en las iglesias del siglo XVI, que fungian como el presbiterio de esos imponentes templos que tenían por bóveda, el cielo azul.
San Mateo Huichapan, fundado de 1531 - se cumple este año el 480 aniversario- conserva el generoso atrio y la cruz como invaluables testigos de la fundación. Éste espacio seguramente contó con una capilla abierta, en el lugar que ahora ocupa la parroquia de San Mateo, edificación del siglo XVIII construida con el legado de capitán Manuel González de León.
El uso del atrio como lugar de culto se ha perdido, no así su uso como lugar de reunión, como puede atestiguarse cada domingo en Huichapan.
El atrio es un espacio con la vocación de acoger a las personas, no se trata de un baldío, un estacionamiento o una extensión de la calle. Fue un espacio sagrado, -templo y, posteriormente, cementerio-, sin duda no es el lugar que deba usarse para estacionar automóviles, tal y como viene sucediendo desde hace ya bastante tiempo.
Solicitamos atentamente por este medio a las autoridades eclesiásticas y municipales de Huichapan que tomen cartas en el asunto para evitar que se use el atrio como estacionamiento.
Los atrios no eran solo el “vestíbulo” del templo cristiano, eran el templo mismo, lo que explica la existencia de las capillas abiertas en las iglesias del siglo XVI, que fungian como el presbiterio de esos imponentes templos que tenían por bóveda, el cielo azul.
San Mateo Huichapan, fundado de 1531 - se cumple este año el 480 aniversario- conserva el generoso atrio y la cruz como invaluables testigos de la fundación. Éste espacio seguramente contó con una capilla abierta, en el lugar que ahora ocupa la parroquia de San Mateo, edificación del siglo XVIII construida con el legado de capitán Manuel González de León.
El uso del atrio como lugar de culto se ha perdido, no así su uso como lugar de reunión, como puede atestiguarse cada domingo en Huichapan.
El atrio es un espacio con la vocación de acoger a las personas, no se trata de un baldío, un estacionamiento o una extensión de la calle. Fue un espacio sagrado, -templo y, posteriormente, cementerio-, sin duda no es el lugar que deba usarse para estacionar automóviles, tal y como viene sucediendo desde hace ya bastante tiempo.
Solicitamos atentamente por este medio a las autoridades eclesiásticas y municipales de Huichapan que tomen cartas en el asunto para evitar que se use el atrio como estacionamiento.
2 comentarios:
Y faltó decir que, al haber sido usados los atrios también como cementerios, guardan los huesos de nuestros antepasados y por eso deberíamos tenerles también un poco de respeto.
Bienvenida de regreso a tu blog.
Es una pena lo que esta sucediendo y urge que se ponga un alto. Me da gusto ver que vuelves a escribir, un enorme saludo !!!!
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