
El kiosco que actualmente se observa en la plaza de Huichapan es, en realidad, el tercer kiosco que existe en ese lugar.
La apalabra kiosco viene del francés kiosque, que a su vez viene del turco köşk, y este del persa košk, y este del pelvi kōšk, pabellón. Y que se define como: "Templete o pabellón en parques o jardines, generalmente abierto por todos sus lados, que entre otros usos ha servido tradicionalmente para celebrar conciertos populares."

El primer kiosco, que muy probablemente se instaló a finales del siglo XIX, siguiendo una moda europea, era de metal, como la torre Eiffel y otros edificios modernos. De haberse conservado sería un interesante ejemplar de la arquitectura en hierro, pero, por desconocidas razones, fue sustituido por otro en estilo Colonial-californiano, lo que permite fechar su construcción en el segundo cuarto del siglo XX. Posteriormente, se demolió y en su lugar se colocó el busto de Julián Villagrán que ahí se conserva.

Emulando este segundo kiosco se construyó a finales del siglo XX el actual, en un emplazamiento distinto pero dentro de la misma plaza.
El kiosco no tiene en las circunstancias actuales la misma importancia y función que tuvo el primero ya que raramente se ocupa.