La Casa del Artesano


Es posible que en Huichapan muchas personas desconozcan éste edificio que estuvo por décadas en el abandono. Se localiza en la calle posterior a la parroquia de San Mateo (Calle Manuel Chávez Nava). Formó parte del extenso y ahora fraccionado conjunto conventual franciscano del siglo XVI. Posiblemente su uso originario fue el de hospital, en el sentido que esta palabra tenía antiguamente (casa que servía para acoger pobres y peregrinos por tiempo limitado).

Tras la aplicación de las leyes de Reforma a mediados del siglo XIX, este edificio fue separado y cedido a particulares; se cuenta que ahí vivió un artesano, lo que justificaría el nombre con el que se le conoce. Posteriormente fue escuela de señoritas y fue finalmente abandonado ya en el siglo XX, al parecer por causa de un incendio, aunque no es eso lo que muestra el edificio. En años recientes se produjo un incendio en los puntales que se pusieron para proteger del colapso de una parte del edificio.

Es un edificio especialmente importante por la información que resguarda. Conserva parte los antiguos sistemas de conducción de agua virreinales, un bello mirador conventual y pintura mural de varios siglos, (en uno de los muros interiores se observan los sillares pintados que hasta hace pocas décadas también ostentaba la portada de la iglesia). Este edificio muestra las modificaciones hechas durante los siglos XVI al XIX.

Mirador
Su restauración, hasta el momento muy respetuosa de lo que se conserva, ha sido gracias al arquitecto Enrique Zapiain que realizó una extensa investigación y propuesta de restauración, y gestión, solicitando a varias administraciones municipales la intervención de conservación de ese importante inmueble. Su objetivo era restituirlo a la población de Huichapan para, entre otras cosas, promover la formación de artesanos locales en variadas disciplinas y justificar así, plenamente, el nombre con el que se le conoce.


Gracias a la saliente administración municipal, ya se han restituido las viguerías, pisos y techos que le permitirían volver a disfrutar de sus espacios. Desde este blog nos congratulamos y esperamos la conclusión de ese proyecto para el disfrute de los huichapenses.

Pintura mural s. XVIII
Pintura mural  en la escalera
Vista desde la antigua cancha municipal

2 comentarios:

Javier Lara Bayón dijo...

Qué interesante edificio, ojalá pueda conocerlo pronto. Creo que ese mirador ayuda a imaginar cómo pudo ser el arco que seguramente tuvo el chapitel originalmente, y sin duda está emparentado con el arco del coro de la parroquia de Jilotepec.
Qué bueno también verte de regreso en tu blog.

Martxele dijo...

Gracias! Sí, yo también pienso que ese mirador puede ser justo como debió ser el Chapitel, al otro lado. Me parecería extraño tener dos capillas abiertas, pero esa sería la impresión que dan. La de la Casa del Artesano mira al oriente y el chapitel al poniente.